Dios todo poderoso dice que no odie; pero como no creo en Dios y, si creyera en Él, por supuesto que no me tragaría lo de "todo poderoso"... Pues, me acongojo con mi odio y permito que el hígado, en protesta a la paciencia, explote con violencia, nada màs por que sí, porque hoy quiero y se me antoja odiar con violencia a más de tres, sobre todo a tres: Al idiota asustado, a la bruja loca y al deminio en persona.
Sí, claro que lo sé, que las Utopías son mundos que sólo se atreven existir en los sueños de ojos abiertos y que se reprimen cada que un alguien, detestable y arrebatado, se atreve a destruirlos como si estos fueran pedacitos de papel llenos de su propia freza. Sí pues ¡Qué ya lo sé! Pero me parece imperdonable que una persona, ya sea por idiota, perturbada o maliciosa se atreva a romper con el sano deseo de tranquilidad ¿acaso ellos no buscan lo mismo? O ¿ Creen que la felicidad de los otros, el simple estar bien, les arrebata de las manos su tranquilidad?
Pues que mediocridad se respira frente a ellos. Personitas tontas que vagan por el mundo sin saber lo que quieren. Y digo personitas porque sólo en algo tanpequeño se puede depositar un cerebro y un razonamiento tan corto como el que ellos cargan.
Me pregunto yo, interiorizando con la más profunda de las rabietas ¿Por qué no se joden la vida entre ellos? ¡Qué lo hagan! y que dejen de estar alterando la paciencia de los que deseamos vivir en santa paz. Que no vengan con las patrañas de la falta de conciencia, de "te equivocas... yo no hice nada", "Estas en un error, lo que hago es con la mejor de las intenciones" o la peor de todas "..." El silencio que nada justifica y que con los hechos lo aclara todo.
***
Uno de esos días que te sientas a escribir por mero placer, anoté en un lugar que las palabras son el mejor aliado para expresarse, que las palabras completan y llenan de sentido todo un mundo de preguntas; que no dicen, te dicen... Ahora estas palabras me han quedado mal, aunque me esfuerzo por decir con ellas lo que me puedre, se quedan tan disecas, se ven tan vanas y se funden en una nada que solo a nada sabe.