Tengo unas ganas tremendas de partirte en dos.
La primera parte para dejarte ir, para que hagas lo que quieras con ella, lo que estás acostumbrado a hacer. Para que la ocultes.
La parte que queda la quiero es mía, para cargar con ella como un llavero. Tenerte todo el tiempo para hablar de ti y de mi y no sentirme sola. Para no tener que recordar historias y luego pensar si te las diré, sino simplemente decirlas, sin miramientos, en el justo momento en el que se me vienen a la cabeza. Quiero llevarte conmigo a todas partes. No preocuparme si te quedas o te vas porque llevaré conmigo tu ausencia y tu presencia.