lunes, 29 de noviembre de 2010

SIN MEDIDA


Al parecer, los días se miden en horas, las horas en segundos y los segundos en milésimas ¿dónde está nuestra medida? ¿dónde está ese tiempo duro que nos diga que la hora, el día, mes o año terminó; que es el momento de dar cuerda a los engranes; empezar de nuevo, limpiar los errores con una frazada y decirnos "Allí voy de nuevo, con las veinticuatro horas extras, con mi vida que inicia y reinicia"?. Nuestra medida es diferente, nuestra medida es terminal: hay un inicio que no esperamos, el inicio donde aprendemos lentamente quiénes somos, un inicio que nos reconstruye y no da cabida al error pues el error no puede limpiarse, es permanente... huella de los pasos que hemos dado.
Nuestra medida termina, incluso, sin darnos cuenta que ha terminado.

domingo, 21 de noviembre de 2010

No sé...



"Sobre la mesa, un vaso en el que las palabras se desparraman como agua infinita de una mano que no se da cuenta que el recipiente ya se colmó; a un lado, los pensamientos revolotean dentro de un frasco que en el pasado guardaba algo que ahora poco importa, lo que ahora interesa es el nuevo contenido de pensamientos que se mueven como insectos chocarreros en muros de cristal. Al fondo de la habitación, en una esquina, se mece el alter ego con la congoja de la blanca neurosis histérica que lo cruzó de brazos y lo abandonó. Muy a lo lejos, apenas y se deja ver por la ventana, está el rojo ocaso que anuncia el son de su último palpitar, anuncia que el próximo amanecer será apariencia, el fantasma del sí mismo, la ilusión que clarea constante como si en realidad no se viviera en vano.
Cuando se pensó que todo había terminado, sin darse cuenta, el sino había hablado."